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Nota en Haciendo Industria: mitos del mundo emprendedor


MITOS DEL MUNDO EMPRENDEDOR

El universo emprendedor está de moda. Los emprendedores existen desde que la inteligencia nos diferenció del mundo animal. Pero en esta época, como nunca, se entendió la importancia del universo o ecosistema emprendedor. Y, como siempre, cuando algo está de moda, todos pasan a ser expertos del tema, todos opinan… Es como actualmente sucede con el Mundial de Fútbol. Todos son directores técnicos. Los gobiernos abren áreas de emprendedores, las universidades, los colegios, en fin, todos reflejan este gran movimiento, pero, lamentablemente, no lo entienden del todo.

Por lo mencionado, hay una gran cantidad de mitos, que es necesario llevar luz al respecto:

Emprender es fácil: emprender es entrar en una montaña rusa permanente. El mundo emprendedor no dista nada de la realidad de las PYMES, de los comercios, de las situaciones que vivimos día a día en nuestro país, y en nuestra región.

Emprendedor se nace: hay gente que tiene talentos naturales. Otros lo adquieren con práctica. Nuestra mente, como nuestro cuerpo, es un órgano que se fortalece con trabajarlo. Leer, investigar, juntarse con emprendedores, con futuros colegas, va abriendo las puertas para el desarrollo del propio emprendimiento.

Tener una buena idea (o idea única o revolucionaria) es lo más importante: las buenas ideas, las innovaciones, las creaciones, son grandes oportunidades. Pero hay muchos tipos de emprendimientos que solucionan demandas locales, o mejoran productos o servicios de la competencia. Incluso, se pueden copiar las ideas existentes y mejorarlas.

Ante algo novedoso o único, el éxito es inmediato: por lo general, las grandes ideas se plantearon en malos momentos y fueron rechazadas. Otras, necesitan demostrarse. O ser aceptadas. Salvo algunos ejemplos muy puntuales, los grandes logros son consecuencia de mucho trabajo de desarrollo, prueba y error.

El éxito es cuestión de suerte: como se mencionó en el punto anterior, el éxito es fruto de mucho trabajo. De muchos fracasos. De cambios de estratégica. De adaptación de productos o servicios. La suerte es un término que simplifica un logro con mucho desarrollo previo, que no se ve desde el exterior.

Me voy a hacer millonario / Lo más importante es que me de dinero: lamentablemente, se muestran los casos de emprendimientos muy exitosos como los unicornios tecnológicos de miles de millones de dólares. Y se convierte en el ejemplo a seguir. Y obviamente lleva a muchas frustraciones. Los proyectos, desde ya, pueden generar muy buenos ingresos y mejorar la calidad de vida. Claro que no hay techo. Son escalones que se van subiendo. Pero no hace falta llegar a ser millonario como objetivo en sí mismo. Muchos se olvidan que el fin de todo esto es disfrutarlo, y ser feliz.

Emprender es para jóvenes, o para profesionales o para residentes de las grandes ciudades: emprender no es cuestión de edad (lamentablemente esta idea se ha generalizado, cuando los emprendimientos sustentables, en el mundo, son de personas mayores a 40 años). Tampoco es cuestión de lugar. Es cuestión de querer hacerlo, y buscar las mejores herramientas para poder lograrlo. Gran parte de la población tiene acceso a Internet, por ejemplo, donde hay muchas opciones, cursos, libros, foros, etc. que pueden ser la primera guía.

Emprender es de pobres: otra mala concepción. Hay emprendedores por oportunidad, y otros por necesidad. En muchos lugares, por cuestiones políticas, o de miedo a la competencia, se ha denostado a estos emprendedores. Muchos, cuando las situaciones mejoran, suelen dejar sus emprendimientos. Otros, lo convierten en proyecto de vida. En ambos casos son ejemplos de desarrollo de una sociedad.

Hay que esperar el momento adecuado: muchos esperan hasta el infinito para arrancar su propio emprendimiento. Las condiciones perfectas, no existen. Incluso si se diera el supuesto caso, nadie puede asegurar los vaivenes sociales, macroeconómicos, etc. Siempre hay circunstancias externas que van a afectar. Y la mejor manera de enfrentarlas, es estando preparados.

Lo más importante es conseguir financiación / Con mucho dinero cualquiera emprende: quizá sea uno de los mitos más difundidos. Con plata cualquiera lo logra. La realidad es que se necesitan recursos, pero no es lo más importante. Ante una buena idea, un buen planteo, puede haber apoyo de la familia, los amigos, instituciones municipales, provinciales o nacional, incluso bancos y SGRs.

Me pueden robar la idea: Cuando se busca financiación con inversores o fondos, es un miedo muy extendido. Estos inversores reciben docenas de proyectos por semana, y descartan aquellos que vienen con planteos de confidencialidad (más allá que es común la firma de acuerdos). Esto no quita que se puede sacar la patente o modelo de utilidad, o registrar la marca.

Emprender es cool, es divertido / Está de moda / El emprendedor es un vago que no quiere tener jefe o empleo estable: esto ya es cuestión del imaginario colectivo, que para nada es real… Lleva mucho trabajo. Y esfuerzo. Está de moda? El término puede estarlo, pero es una realidad que siempre existió. Y pocos trabajos requieren tanto compromiso como el de ser emprendedor donde uno no sólo es jefe, sino personal de limpieza, telefonista, atención al público, etc.

Una vez que se arranca, se abren las puertas / Cuando se tiene el espíritu emprendedor nada te detiene / Si arranco bien, me va a ir bien: Sin dudas, hay que avanzar con un espíritu positivo, y con todas las ganas. Eso no implica dejar de lado la prudencia y el sentido común. Uno de los errores más grandes, es pensar que, porque el inicio es positivo, seguirá así. Muchos emprendimientos atraen por la novedad, que dura muy poco tiempo.

Todos van a comprar mis productos o servicios: la comercialización en general, es uno de los puntos claves y que, paradójicamente, menos lugar se le da. Hay que desarrollar los mecanismos que atraigan a los compradores o usuarios, y esto debe ser una constante.

Puedo solo: nadie puede solo en la vida. El apoyo moral de los amigos y de la familia es muy importante. El asesoramiento de profesionales es muy necesario (el cual puede ser gratuito muchas veces). Hay que aprovechar el conocimiento y la experiencia de otros. Ser parte de grupos de emprendedores, o de grupos gremiales empresarios, también es muy positivo. Asimismo, si no se puede sólo, hay que buscar equipo que lo integre. En este caso no es cuestión de buscar amigos o gente que haga lo mismo que uno, sino que tengan ese espíritu de logro, y que nos complementen para poder tener un desarrollo integral. Finalmente, hay que planificar. Si las ideas no se pueden volcar en un papel, serán siempre ideas y no hechos.


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